La otra tarde pude realizar una pequeña ruta por tierras de Colomera. Desde el paraje conocido como "El Vallejo" hasta el puente romano. Éste se sitúa junto al
Camino Real de Madrid y conectaba hace dos milenios las tierras de Granada con
el centro de Hispania.
En la Ruta de las Fortalezas, el viejo
puente del ‘imperio’ es un testigo del paso de ejércitos, viajeros,
comerciantes y la evolución de la fauna de la comarca de los Montes.
Un puente construido por conquistadores
romanos sobre el río Colomera, posiblemente en el siglo II, aún mantiene la
esencia de una de las rutas de conexión del Mediterráneo con el interior
ibérico. Un puente de piedra de arco único sustenta una calzada pavimentada con
cantos rodados protegida por un ancho pretil. Salva el cauce del río para que
la vía romana ascendiese hacia las peñas donde a lo largo de los siglos,
íberos, romanos, visigodos y árabes, ubicaron poblados, molinos, castillos e
iglesias.
El puente no se construyó únicamente para dar servicio
a un incipiente poblado, sino que formaba parte de la red viaria que desde el
sur se internaba hacia las mesetas del centro peninsular, y tras la conquista
de Granada, era uno de los puntos de conexión entre las tierras de Loja,
Moclín, Montillana, Granada y su Vega,
con lo que durante siglos, hasta la construcción de las primeras
carreteras modernas, fue el Camino Real a Madrid, el enlace del Poniente con la
comarca de los Montes y las vías que caminaban hacia Jaén, Depeñaperros y la
meseta castellana.
La vía romana y el río no tienen la
catalogación de Monumento Natural, pero estuvieron entre los espacios que
quedaron ‘finalistas’ en la selección que se realizó en 2001 para elegir cinco
puntos de la provincia de Granada. Una calificación que hubiese incluido una
formación geológica de alto interés científico. Un gran pliegue de rocas
calizas y margas datadadas entre el Jurásico y el Cretácico y que se encuentra
frente a la calzada romana del puente, donde los relieves al aire libre
muestran como la tierra se levantó y dobló sobre sí misma hace entre 200 y 140
millones de años, un relieve calcáreo que forma parte de desprendimientos de
ladera de la depresión de Granada, en el sector situado entre Colomera y Zagra.
Movimientos geológicos que sirvieron a los primeros pobladores de Iberia para
marcar las lindes de sendas y caminos.