Este
castillo, de planta irregular, adaptada
a las desigualdades de la roca sobre la que se eleva, está formado por dos
recintos de los que se conservan algunos pequeños paños de la muralla exterior,
muy deteriorados, con indicios de una torre. Dentro de la fortificación no quedan
restos que permitan suponer un hábitat permanente en la fortaleza. Por el
contrario, debió de dotarse de una guarnición y servir refugio temporal para
los vecinos de las alquerías en caso de ataque o incursiones militares.
Detalle de la "peculiar" restauración que se realizó del
castillo en el año 2007
Desde
tiempos remotos, incluso prehistóricos, el enclave debió tener un alto valor
estratégico al dominar importantes vías de acceso a Sierra Nevada y La Alpujarra.
Al tiempo de
la rebelión de los moriscos ya se encontraba muy deteriorado, y a partir de entonces
comienza el abandono paulatino de la fortaleza que no ha vuelto a tener
utilidad militar.
Como
castillo de España quedó protegido por decreto de 22 de abril de 1949 y desde 22 de junio de 1993 está catalogado como
Bien de Interés Cultural con categoría
de monumento. En 2007 se ejecutaron obras de restauración financiadas por el
Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Lanjarón.