El
puente histórico o antiguo de Tablate es una construcción destinada a
salvar el barranco al que ha dado nombre —afluente del río Ízbor— en el camino
real de Granada a La Alpujarra.
Ha
tenido gran importancia estratégica por estar en un enclave de paso obligado en
las comunicaciones entre Granada, su costa y La Alpujarra, de la que
tradicionalmente se ha considerado puerta de entrada.
Situado
a unos cien metros sobre el lecho del barranco, con anchura de 2,80 metros y
longitud de 19 metros, está formado por un arco de medio punto hecho de mampostería.
Los estribos, de alturas diferentes, se apoyan en salientes del terreno
aprovechando la angostura del barranco. En él se pueden diferenciar elementos
constructivos de cinco periodos diferentes que irían desde época nazarita
en la base de los estribos (1238-1492), hasta 1796, fecha de la última reforma.
Las primeras noticias documentales del lugar proceden
de fuentes cristianas del final del siglo XV.
Fue destruido por los mudéjares sublevados durante la
revuelta de 1499 para impedir el paso de las tropas castellanas, y mandado
reconstruir por los Reyes Católicos en 1502, estableciendo para ello un peaje
por persona y bestia que cruzase el puente.
Situado sobre un estrecho tajo de unos cien metros de profundidad y cuyas paredes parecen tocarse en algunos puntos, este lugar fue escenario de la más importante y decisiva batalla de la Guerra de las Alpujarras, el 10 de enero de 1569, cuando las tropas cristianas del Marqués de Mondéjar desarbolaron a los moriscos sublevados bajo el mando de Abén-Humeya. Pedro Antonio de Alarcón, tras su literato viaje alpujarreño de 1872, describía así su impresión del lugar:
Situado sobre un estrecho tajo de unos cien metros de profundidad y cuyas paredes parecen tocarse en algunos puntos, este lugar fue escenario de la más importante y decisiva batalla de la Guerra de las Alpujarras, el 10 de enero de 1569, cuando las tropas cristianas del Marqués de Mondéjar desarbolaron a los moriscos sublevados bajo el mando de Abén-Humeya. Pedro Antonio de Alarcón, tras su literato viaje alpujarreño de 1872, describía así su impresión del lugar:
"El terreno se angostó al poco rato, formando una
profunda garganta, y minutos después pasamos el imponente y sombrío Puente de
Tablate, cuyo único, brevísimo ojo, tiene nada menos que ciento cincuenta pies
de profundidad. El Tablate, más que río, es un impetuoso torrente que se
precipita de la Sierra en el Río Grande, abriendo un hondísimo tajo vertical,
tan pintoresco como horrible. Aquella cortadura del único camino medio
transitable que conduce a la Alpujarra es una de las principales defensas de
este país, su llave estratégica, el toso de aquel ingente castillo de
montañas".
Sin
duda, el hecho más llamativo ocurrido en Tablate fue el protagonizado por un
fraile franciscano en la fecha antes señalada, durante la guerra contra los
moriscos. Sucedió que, a los 17 días de la coronación de Abén-Humeya y
encontrándose ya éste en el corazón de la Alpujarra con la mitad del reino
granadino alzada en su favor, el 10 de enero del 1569 llegó a la vista del
puente el Marqués de Mondéjar con un cuerpo de ejército de 2.000 infantes y 400
caballos. Los rebeldes, en número de 3.500, habían roto el puente y se
atrincheraron al otro lado del barranco, en la seguridad de que sería imposible
atravesar por allí. Para su sorpresa, sin embargo, según cuenta el historiador,
y así lo transcribe Alarcón, surgió entonces el arrojo religioso:
"Dio
entonces ejemplo a los soldados y terror a los moriscos, un fraile francisco
llamado Fray Cristóbal Molina, el cual, con un crucifijo en la mano izquierda,
una espada en la derecha, los hábitos cogidos en la cinta y una rodela a la
espalda, llegó al paso, se apoyó en un madero, saltó, y, cuanto todos esperaban
verle caer, se admiraron de contemplarle salvo en la orilla opuesta.
Siguiéronle dos soldados animosos: uno cayó y murió en lo hondo; el otro fue
más afortunado. Recompusieron éstos los maderos al abrigo del fuego de los arcabuceros,
facilitaron el paso a otros, y últimamente, rechazados los moros y consolidado
el puente con tablones y piedras, pasó toda la división con caballos, carros y
artillería, y se alojó en Tablate".
Hacia
1859 se levantó, a unos treinta metros curso abajo del barranco, un nuevo
puente, denominado también de Tablate, para dar paso a la carretera de Granada
a Motril construida en aquellas fechas.
La
Autovía de la Costa Tropical incorpora dos puentes gemelos de 200 metros,
conocidos como viaductos de Tablate I y II, puestos en servicio en 1995 y 2002
respectivamente.
Este
último año, la carretera de entrada a La Alpujarra se desvió por otro puente
homónimo —también conocido como de Lanjarón—, construido prácticamente en la
vertical del primitivo, que con una longitud de 115 metros evita las curvas y
dos kilómetros de recorrido de la antigua carretera.
En un extremo del segundo puente se construyó la
Ermita de La Virgen de las Angustias y San Antonio de Padua. Hasta esta
ermita, construida en 1862, se desplazan anualmente cientos de personas que
profesan una gran devoción a la Virgen de las Angustias.
Tiempos heróicos aquellos en los que para ir a Motril o Lanjarón había que pasar por ese puente. Por cierto, siempre me daba un poco de repelús la ermitilla de la curva.
ResponderEliminarSaludos
bardzo interesujące miejsce, ładnie pokazane.., pozdr:)
ResponderEliminarMenuda construcción, y más pensando en la época de construcción, menudo merito....
ResponderEliminarUnas fotos muy buenas que nos colocan en el mismo lugar, he viajado desde mi sillón a ese puente tan bello.
Saludos.-
Los dos nuevos puentes quitan la belleza del antiguo, afortunadamente que la ermita está allí para uniformar el conjunto.
ResponderEliminarUn abrazo y muy buenas explicaciones
Es un placer pasar por su blog Feliz fin de semana
ResponderEliminarSaludos desde Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
Hermoso e impresionantes paisajes. Las prisas y la comodidad estropean todo
ResponderEliminarQue reportagem espetacular!!! As inovações sempre tiram o charme dos lugares, embora facilitem a vida das pessoas.
ResponderEliminarBeijos e flores.
Bonito e interesante artículo. Aprovecho para hacerte una pregunta. ¿ Sabes si el barranco es transitable por abajo? Más concretamente si se puede acceder por el cauce del rio hasta debajo del puente. Gracias.
ResponderEliminarLa verdad es que no lo se. Tendrías que buscar la información por otro sitio. Lo siento. ¡Un saludo!
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