La Puerta de
Fajalauza era el acceso a la parte más alta del Albaicín. Estaba situado en el
Cerro de los Almendros y estaba integrada en la muralla que la unía con la
Puerta de Hierro y la Puerta del Albaicín.
Comunicaba, ya
en época cristiana, al barrio del Albaicín con el de los Alfareros, y dio
nombre a la característica producción de los alfares instalados en
sus aledaños y por extensión a la cerámica popular de Granada, denominada cerámica
o loza de Fajalauza. A lo largo del siglo XX quedó totalmente integrada en la
ciudad dando paso a la calle Cruz de Piedra, separando los barrios del Albaicín
y de Haza Grande.
Se construyó
integrada en la Cerca de don Gonzalo —la muralla que encerró el Albaicín,
hasta entonces arrabal de la Alcazaba Cadima—, durante el reinado de Yusuf
I por iniciativa del renegado Ridwan.
Ha experimentado
bastantes transformaciones a lo largo de su historia, y en fecha desconocida,
aunque posterior a 1886 o quizá a 1921, la ampliación en altura del hueco del
lateral norte por la demolición de dos arcos de ladrillo y el relleno del mismo
material existente entre ellos.
Está formada por
una torre almenada de nueve metros de altura aproximada, con planta trapecial
de 9,75 m de longitud y anchura que varía entre 9,50 y 10,75 m, en cuyo
interior se abre un pasadizo de 3 m de anchura cubierto con una bóveda de
ladrillo que parece apuntada.
En la fachada
oriental hay un arco de ladrillo de medio punto, cegado, que daba paso a la
azotea y al lienzo de muralla de ese lateral.
Históricamente
fue el lugar por donde entró Boabdil en 1486, tras ser liberado por los Reyes
Católicos, para recuperar el trono que había usurpado su tío el Zagal. En la
sublevación morisca de 1568 fue uno de los lugares previstos para el inicio de
la revuelta.
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