El día estaba entre nubes y claros y la luz no era la mejor para fotografiar, pero aún así me fui a dar un paseo aprovechando una de mis horas libres de clase, para despejarme un rato. El camino hacia la Fuente del Avellano es una delicia que transcurre entre el gorjeo de los pájaros y el caudal agua del río Darro. Sin duda uno de los paseos que no debéis perderos cuando vengáis a Granada, porque "los de aquí", me imagino que ya lo conocerán bien. De fondo mi colegio, Ave María Casa Madre y todo el valle de Valparaiso, junto al Albaicín y el Sacromonte, y al regreso la Alhambra...¡qué más se puede pedir!
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