Otra de las lagunas carismáticas de la
Sierra es la de Las Yeguas. El día de la Virgen
de las Nieves (5 de agosto) era
tradicional hacer en ella una prueba de natación, denominada “la travesía de la
laguna” junto a una competición de esquí.
Diego Marín hizo la siguiente
descripción de la laguna (Marín, 1992; Titos,
1990): Tiene este hermoso venero la
forma de una calabaza encorvada y mide 85 por 55 metros, recibiendo las aguas
por su parte oriental, procedentes de las lagunillas y ventisqueros de la
enorme Carigüela... El desagüe lo tiene al sur, formando el nacimiento del río
Dílar, con pintorescas cascadas y remansos.
Sobre esta laguna hay una leyenda
recogida en Titos (1998) titulada La leyenda de la Laguna de las
Yeguas, y que dice así:
Era precisamente en la época en
que la laguna
rompe su capa de hielo para dejar paso, poco a poco, día a día, a las
cristalinas y frías aguas.
Junto al desagüe un pastor
vigilaba su rebaño esparcido por las vertientes del río Dílar. De pronto se
dejó oír un espantoso rugido. El pastor, creyendo que sería motivado por alguna
tormenta, miró al cielo que encontró completamente despejado y sereno, y no
tardó en escuchar las siguientes palabras, pronunciadas por una cavernosa voz:
-¿Cuándo me dejarás salir de este
encierro?
-Todavía no –respondió otra voz
fuerte y potente- eres demasiado perverso.
El pastor quedó sobrecogido de
espanto e intento huir, más en vano, porque sus piernas, inmovilizadas por el
miedo, se negaron a obedecerle.
Entretanto, por el lado opuesto
vio llegar a dos hombres ataviados con raras vestiduras orientales, los cuales miraron
en la dirección en que él se encontraba, pero no dieron muestra de haber notado
su presencia. Uno de ellos, de más edad, comenzó una serie de extraños
movimientos y exorcismos dirigidos a la laguna, mientras que su acompañante
sacaba una enorme red que, a una señal del de más edad, echó dentro de la
laguna.
Al instante tiraron ambos de la red y sacaron
de las aguas una hermosa yegua blanca.
- Esto no es lo que buscamos –dijo el mago, y
la dejó suelta-.
Repitieron el sortilegio y
volvieron a echar la red, y esta vez salió una yegua azul.
-Tampoco es esto lo que venimos
buscando. Probemos nuestra última oportunidad –dijo poniendo a continuación el
mayor cuidado en las palabras mágicas que pronunciaba; pero también volvió a
salir otra yegua, aunque de color negro como el azabache-.
La desilusión se pintó en sus
rostros. El de más edad comentó con su compañero:
- La suerte no nos ha sido
propicia. El caballo rojo que nos hará invencibles nos ha esquivado una vez
más. Marchémonos y en el próximo deshielo lo probaremos nuevamente.
El pastor, inmóvil, los vio
alejarse, y mirando en derredor suyo vio a las yeguas que los extranjeros
habían sacado de la laguna que estaban retozando en un prado cercano, y
acercándose a ellas, se mostraron dóciles y se dejaron acariciar. De improviso
un extraño y penetrante silbido se dejó oír. Las yeguas quedaron quietas y
erguidas, estilizando su preciosa estampa, hasta que en un rápido galope se
dirigieron a la laguna en cuyas profundidades volvieron a sumergirse.
Y dice la leyenda que esta es la
historia que de generación en generación se ha venido transmitiendo entre los
miembros de la familia del pastor, y que todos los años en esta época,
empujados por una fuerza irresistible los descendientes del pastor van a la
laguna; ese lugar les atrae más que ningún otro, ignorando si ello es debido a
la historia que acabamos de oír o si solamente es debido a la belleza del
paisaje que desde allí es posible contemplar.
Preciosa leyenda y preciosas fotos
ResponderEliminarEnhorabuena
abrazos
¡Gracias Aurora! Me alegro que te gusten. ¡Un saludo!
EliminarUna belleza de reportaje y una leyenda bonita.Un saludo.
ResponderEliminarSierra Nevada nos regala muchos paisajes bellos como este amigo. ¡Gracias por tu comentario! Un saludo.
EliminarAmazing place, beautiful photos:) Greetings
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario ZielonaMila! ¡Un saludo!
ResponderEliminarBonitas fotos de uma água muito pura.
ResponderEliminarEncanta os pedaços de neve nas encostas!
Obrigado por mostrar a neve. Nunca vi neve ao vivo. Proporciona belas fotos.
ResponderEliminarAbraço