El Pilar de Carlos V es una fuente
localizada en el conjunto de la Alhambra, junto a un cubo de la muralla
construida en 1545 para defender la Puerta de la Justicia. Debe su nombre a
haberse construido durante el reinado de Carlos I de España y V de Alemania. Fue
diseñado por Pedro Machuca y realizado por Niccolo da Corte en 1545 por encargo
probablemente de Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla y por entonces
alcalde de la Alhambra. El escultor granadino Alonso de Mena en 1624 hizo
algunas modificaciones, tras las que se llamó Pilar de las Cornetas.
Sus dimensiones son de 11 metros de largo, por 6 metros de alto,
con una decoración renacentista de un gusto excelente. Empezando por la zona de
la pila se observan tres tableros con mascarones como surtidores, los más
característicos de todo el monumento, decorados con mieses y espigas, vides y
pámpanos, y flores y frutas respectivamente. La teoría más acertada es la que
establece la relación de estos elementos con los tres ríos de Granada: Darro,
Genil y Beiro. Los separan pequeñas pilastras con decoración de granadas en las
dos centrales, y el escudo de la Casa de Mendoza en los extremos. El segundo cuerpo tiene en su parte central
una cartela en la que se puede leer: “IMPERATORI CAESARI KAROLO V HISPANIARUM
REGI”, y en los extremos se observan dos angelotes que vierten agua a través de
una caracola que sujetan sobre el hombro, bastante deteriorados en la
actualidad. En la parte superior, un frontón curvo con el escudo imperial, con
sendos angelotes que sujetan delfines surtidores.
Rematando todo el muro que sirve de
fondo a la fuente, se observan en los cuatro cuerpos restantes medallones en
relieve que representaban a Hércules matando a Hidra, a Frixo y Hele sobre el
vellocino, Dafne perseguida por Apolo, y Alejandro Magno sobre Bucéfalo,
alusiones al Emperador y a la Orden del Toisón.
El pilar ejercía tres funciones
fundamentales: servía de abrevadero para las caballerías del emperador; constituyó un ingenioso muro de contención
que enlaza la explanada superior de la puerta nazarí con la plazoleta del
pilar; y desempeñaba una función simbólica para ensalzar la grandeza del
Emperador Carlos V.
Lo ideal es subir caminando desde Plaza
Nueva tras haber atravesado la Puerta de las Granadas, y pasear por el bosque
de la Alhambra entre una gran cantidad de especies de árboles como castaños,
álamos, olmos, y muchas otras, cuidados con delicadeza en la actualidad por el
propio Patronato de la Alhambra. Esta "alameda" se diseña e inicia en
el siglo XVII por mandato de Íñigo López
de Mendoza, Marqués de Mondéjar, aunque en tiempos posteriores sufre transformaciones,
como el trazado de los tres caminos para la visita de Felipe V en 1730.
Todo aquel que visite la Alhambra por
primera vez debería detenerse ante esta obra durante un buen rato, y disfrutar
de la escena mientras reposa en la bancada de piedra situada enfrente. Sin duda será uno de los buenos recuerdos que se quedará grabado en su retina...
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